Hemos escuchado desde hace algún tiempo que los campos agrícolas están enfrentando escasés de trabajadores como consecuencia de las fallas del sistema migratorio vigente.  En algunos estados en años anteriores varias cosechas se han quedado sin levantar por la falta de mano de obra en los campos, cosa que se podría regular si se aprobara una reforma migratoria y los trabajadores pudieran laborar sin temor a las deportaciones.  Es más, varios de los que han sido deportados ya, podrían estar realizando la labor que venían realizando en los campos, pero ya no les ha sido posible.

Y en vista de que la situación sigue igual, la reforma no se aprueba aún y continúa el desacuerdo en el tema, lo que hace que el sistema migratorio siga en la misma forma, este lunes las principales organizaciones agrícolas estadounidenses integraron una coalición e iniciaron una campaña para hacer énfasis en la urgente necesidad de una reforma migratoria y el cese a las deportaciones de la gente trabajadora, para ya no seguir enfrentando esa falta de mano de obra en los campos.

Bob Stallman, presidente de la Oficina de la Federación de las Granjas Estadunidenses (AFBF), una de las integrantes de la coalisión  dijo que “la reforma migratoria es algo urgente para la industria agrícola”.  Agregó además que es necesario reflexionar en que “o importamos la fuerza de trabajo o importamos nuestra comida”.

Esas palabras venidas de labios de alguien que está cercano al problema y conoce de primera mano lo que pasa en los campos, es un fuerte testimonio de la importancia que tiene el trabajador inmigrante en Estados Unidos, y la necesidad urgente de la aprobación de la Reforma Migratoria. Ojalá que esas opiniones sean escuchadas por los legisladores y que produzcan los resultados deseados.